Los inversores vieron sus esperanzas desmoronarse cuando tres de los mayores gigantes tecnológicos tuvieron dificultades en múltiples frentes: vehículos eléctricos, publicidad digital y computación en la nube.
Las acciones de las tres empresas sufrieron pérdidas inmediatas en las operaciones posteriores al cierre del mercado. Analicemos el caos, quiénes resultaron perjudicados y por qué está en los titulares de todos los medios.
Tesla advierte de mayores costes de producción
Tesla no cumplió con las expectativas en cuanto a sus ganancias del cuarto trimestre, al reportar 73 centavos por acción, en comparación con los 75 centavos que esperaba Wall Street, según los analistas encuestados por LSEG. Los ingresos fueron de 25.710 millones de dólares, muy por debajo de los 27.270 millones de dólares anticipados.
Las acciones cayeron un 3,4% en las operaciones posteriores al cierre de la sesión de las 16:14 horas en Nueva York, lo que demuestra la frustración de los inversores con el rendimiento del gigante de los vehículos eléctricos. Tesla dijo a los inversores que su objetivo de fabricar coches más asequibles sigue en marcha y que la producción de nuevos modelos comenzará en la primera mitad de 2025.
También se espera que el Cybercab, el último proyecto de Tesla, se lance en 2026. Pero lo cierto es que Tesla admitió que no reducirá los costos de producción tanto como lo planeado anteriormente.
En cambio, la empresa se basará en una combinación de sus métodos de producción actuales y una plataforma de última generación para aumentar los volúmenes durante lo que llamó “tiempos inciertos”.
A los analistas no les gustó ese mensaje. La combinación de una reducción de costos más lenta y una pérdida de ingresos puso nerviosos a Wall Street. Aun así, la base de seguidores leales de Tesla respondió y empujó las acciones un 2% hacia arriba en las operaciones posteriores al cierre.
Meta lucha por cumplir las expectativas de crecimiento
Meta Platforms, la empresa detrás de Facebook e Instagram, proyectó unas perspectivas de ventas más débiles de lo esperado para el primer trimestre de 2025, que oscilarían entre 39.500 millones y 41.800 millones de dólares. El punto medio de esa previsión, 40.650 millones de dólares, quedó por debajo de los 41.700 millones de dólares que habían pronosticado los analistas, según Bloomberg.
Las acciones subieron un 5% en las operaciones posteriores al cierre, pero ese optimismo no tenía que ver con el futuro, sino con que Meta superara por poco sus cifras del cuarto trimestre.
En el último trimestre de 2024, Meta registró $48,39 mil millones en ingresos y $8,02 en ganancias por acción, superando los $47,04 mil millones en ingresos y $6,77 por acción en ganancias esperados por Wall Street.
Las ambiciones metaversas de Mark Zuckerberg y sus inversiones en inteligencia artificial siguen pesando mucho en el balance de Meta, y la empresa no está generando ingresos por publicidad lo suficientemente rápido como para compensar esos costos.
Y la empresa se vio afectada por más drama. Según un informe del Wall Street Journal, el presidente Donald Trump firmó documentos de conciliación que exigen que la empresa desembolse 25 millones de dólares para resolver una demanda de 2021.
Los inversores de Microsoft pierden la paciencia con el lanzamiento de la IA
Microsoft Corp. decepcionó a los inversores cuando anunció un crecimiento más lento en su negocio de computación en la nube Azure. La división registró un aumento de ingresos del 31% durante el trimestre, una caída respecto del crecimiento del 34% registrado el trimestre anterior.
Los analistas habían pronosticado un aumento del 32%, pero la caída de las previsiones de Microsoft provocó una caída del 4% en sus acciones durante las operaciones posteriores al cierre. Los ingresos totales de la empresa alcanzaron los 69.600 millones de dólares, con un beneficio de 3,23 dólares por acción.
Ambas cifras superaron las estimaciones de Wall Street de 68.900 millones de dólares y 3,12 dólares por acción, pero la desaceleración de Azure fue suficiente para eclipsar los resultados positivos generales.
Microsoft ha estado invirtiendo miles de millones de dólares en inteligencia artificial, aprovechando su estrecha relación con OpenAI, los creadores de ChatGPT. Durante el último año, la empresa ha lanzado muchos productos basados en inteligencia artificial bajo la marca Copilot. Pero los resultados han sido lentos y los inversores no están entusiasmados.
Mientras tanto, el rey de la inteligencia artificial, Nvidia, experimentó una ligera recuperación, ganando un 1% después de una brutal caída del 17% a principios de la semana. Las acciones se habían visto sacudidas después de que la startup china de inteligencia artificial DeepSeek generara preocupaciones sobre el dominio estadounidense en tecnología de inteligencia artificial.
