Acciones de Primera Clase
Las acciones de primer orden son acciones de empresas bien establecidas y financieramente sólidas, que suelen ser líderes en sus respectivos sectores. Estas empresas suelen tener un desempeño excepcional durante muchos años y pueden soportar períodos de turbulencia significativamente mejor que otras empresas más pequeñas.
Las empresas de primer orden también tienen valoraciones de mercado significativas, altos precios de las acciones, pagan dividendos con regularidad y se encuentran entre las opciones de inversión más populares. La mayoría de estas empresas son rastreadas por índices de mercado de referencia como S&P 500, Dow Jones Industrial Average (DJIA) y FTSE, entre otros. Algunos ejemplos de tales empresas son Apple, Microsoft, IBM Corp., The Coca Cola Company y más.
Aunque no existen requisitos claros que una empresa deba cumplir para convertirse en una acción de primer orden, la mayoría de estas empresas tienen una valoración de mercado de al menos 5.000 millones de libras esterlinas. Sin embargo, es seguro decir que todas las empresas de primer nivel tienen negocios resistentes y financieramente sólidos, y son líderes en sus respectivas industrias.
Las acciones de primera clase suelen ser muy líquidas porque existe una oferta y una demanda constantes de estas acciones en el mercado. Debido a su estabilidad y rendimiento, las acciones de primer nivel son significativamente menos volátiles que las acciones de crecimiento y son una opción de inversión preferida para aquellos a quienes les gustan los activos de bajo riesgo. Debido a su alta liquidez, los inversores que necesitan efectivo con urgencia normalmente pueden vender sus acciones de primer orden muy rápido porque siempre hay compradores interesados en adquirir estas acciones.
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