Cartera de Acciones
Un grupo de acciones propiedad de un inversionista se denomina cartera de acciones. Las acciones y los bonos suelen ser los componentes principales de la cartera de cada inversor, pero también pueden incluir otros activos como el oro, las criptomonedas, las materias primas, los fondos de inversión en bienes raíces, etc.
Una cartera de acciones, en particular, solo se compone de acciones de empresas que cotizan en bolsa. Los comerciantes tienden a organizar una cartera de acciones que incluye empresas de diferentes sectores, ya que la diversificación ayuda a los inversores a tener carteras más resistentes. Por ejemplo, si el sector tecnológico está creciendo, otros sectores más defensivos tienden a tener un rendimiento inferior.
Al crear una cartera de acciones, los operadores primero deben identificar objetivos y establecer un cronograma. Las carteras de acciones típicas son cartera de crecimiento, conservadora y de ingresos, dependiendo de la relación riesgo-recompensa. Una cartera de crecimiento está diseñada para superar el mercado de valores en general, pero también conlleva un mayor grado de riesgo.
Una cartera de ingresos tiende a centrarse en acciones de valor que pueden generar rendimientos de dividendos, así como de ganancias de capital. Finalmente, la cartera conservadora está diseñada para proteger el valor principal de su cartera.
Algunos expertos aconsejan a los inversores jóvenes que incluyan una gran cantidad de empresas diferentes en sus carteras para minimizar los riesgos, mientras que otros están a favor de una cartera más pequeña y ágil, por ejemplo, una cartera de acciones centrada en la tecnología.
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