Tesla, TSMC y la mayoría de las empresas de fabricación de tecnología revelaron recientemente sus informes de ganancias del último trimestre, y esto ha puesto un poco nerviosos a los inversores. Los últimos resultados revelan que el sector tecnológico está pasando por un mal momento debido a la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.
El jueves, la corporación multinacional sueco-suiza ABB Ltd. emitió una advertencia sobre la desaceleración de la demanda en China, uno de sus mercados importantes, y reportó una disminución del 9 por ciento en los pedidos durante el segundo trimestre del año. Las divisiones de electrificación, movimiento y robótica de la compañía experimentaron una demanda reducida en la región. Del mismo modo, TSMC y Tesla están en la misma posición.
ABB también enfrentó una disminución de la demanda en Alemania, lo que indica posibles desafíos en la economía industrial en general. Los productos de ABB, incluidos motores, convertidores, controladores y soluciones de electrificación utilizados en sistemas de transporte y fábricas, a menudo se consideran indicadores de la salud general del sector industrial.
Estos acontecimientos han causado preocupación entre los inversores, que tenían la esperanza de que la decisión de China de levantar las estrictas restricciones relacionadas con el COVID a finales del año anterior condujera a una reactivación económica en el país. Sin embargo, datos recientes mostraron que la economía de China creció a un ritmo frágil en el segundo trimestre debido al debilitamiento de la demanda tanto a nivel nacional como internacional, con una rápida disminución del impulso posterior a la COVID.
Además de la advertencia de ABB, el fabricante de chips taiwanés TSMC pronosticó una caída del 10 por ciento en las ventas para 2023, atribuyéndolo a los desafíos económicos globales que han afectado la demanda de chips utilizados en diversas aplicaciones, incluidos automóviles, teléfonos celulares y servidores.
Además, varias empresas están lidiando con el dilema de mantener los márgenes de beneficio después de subir los precios para contrarrestar el impacto del aumento de los costos de la energía y las materias primas desde el año pasado. Dado que se espera que disminuyan los costos de los insumos, los analistas advierten que las empresas pueden verse obligadas a reducir los precios para seguir siendo competitivas, lo que podría afectar sus resultados.
El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, también anunció recientemente planes para reducir los precios de los vehículos eléctricos para protegerse de la competencia y las incertidumbres en el panorama económico, lo que tuvo un impacto negativo en las acciones de Tesla, con una caída de casi un 4 por ciento en las operaciones previas a la comercialización en EE. UU. En general, estos desarrollos están ensombreciendo el mercado de valores, especialmente a medida que se desarrolla la temporada de ganancias del segundo trimestre. Si bien las acciones europeas recuperaron algo de terreno después de las pérdidas iniciales, los futuros de S&P 500 y Nasdaq indicaron aperturas más bajas.
“Un día parece que la economía mundial se está desmoronando, al día siguiente está bien. No sé qué diablos está pasando”, dijo Musk a los analistas en una conferencia telefónica. “Estamos en, yo lo llamaría, tiempos turbulentos”.
Los recientes resultados de ganancias corporativas han marcado un tono pesimista al comienzo de la temporada de ganancias. El gasto de los consumidores se ha visto obstaculizado por el aumento de los gastos de compras y alimentos, junto con las altas tasas de interés, lo que ejerce presión sobre los márgenes de ganancias corporativas.
El pionero de la transmisión de video Netflix (NASDAQ: NFLX) también contribuyó al sentimiento pesimista, ya que sus ingresos del segundo trimestre no alcanzaron las estimaciones de los analistas, lo que provocó que sus acciones se desplomaran casi un 9 por ciento en las operaciones posteriores al cierre.
En los Estados Unidos, se pronostica que las ganancias caerán un 8,2 por ciento, lo que representa una disminución notable del crecimiento del 0,2 por ciento registrado en el primer trimestre y una reversión significativa del crecimiento del 8,4 por ciento observado hace un año. Del mismo modo, se espera que los ingresos disminuyan un 0,8 por ciento en el segundo trimestre, por debajo del crecimiento del 13,6 por ciento experimentado hace un año.
En general, estas cifras indican un entorno económico desafiante, con una desaceleración en las ganancias corporativas y el crecimiento de los ingresos en comparación con trimestres y años anteriores. El impacto continuo de la pandemia, el aumento de los costos y otros factores económicos están contribuyendo al desempeño moderado del sector corporativo.
