Los objetivos de Boeing para 2023 en duda en medio de los desafíos de fabricación y cadena de suministro
A pesar de un año desafiante, las acciones de Boeing (NYSE: BA) lograron subir un 11 % en 2023, lo que refleja las bajas expectativas de los inversores en lugar de la confianza en el desempeño de la compañía. La reciente presentación del director financiero Brian West en la Conferencia Industrial de Jefferies reveló actualizaciones que podrían afectar el potencial de inversión de la empresa.
West destacó que el progreso en los objetivos establecidos por la dirección de Boeing durante una conferencia de inversores en noviembre de 2022 ha sido menos que satisfactorio este año. El plan se centró principalmente en generar flujo de caja libre (FCF) para reducir la deuda de la empresa y posicionarla para posibles inversiones en el desarrollo de nuevos aviones. Los objetivos incluían alcanzar entre 3.000 y 5.000 millones de dólares en FCF en 2023 y 10.000 millones de dólares entre 2025 y 2026, un aumento significativo con respecto a los 2.300 millones de dólares reportados en 2022.
La mejora planificada iba a ser impulsada por varios factores, incluido un aumento en la producción del modelo 737 de unas 400 a 450 entregas estimadas en 2023 a una tasa mensual de 50 en 2025/2026, lo que se traduciría en una tasa anual de 600. Sin embargo, West señaló que se espera que la entrega de las unidades objetivo esté en el extremo inferior del rango debido a problemas de fabricación identificados en los fuselajes suministrados por Spirit AeroSystems (NYSE:SPR). Esta es la segunda vez que Boeing sufre retrasos en las entregas debido a problemas en el fuselaje.
Además, los problemas laborales y de la cadena de suministro continúan afectando a Boeing Defence, Space & Security (BDS), a la que se le encomendó la tarea de superar estos desafíos, mitigar los riesgos asociados con los programas de precio fijo, volver a la rentabilidad y generar 2 mil millones de dólares en flujo de efectivo operativo para 2025/2026. Se espera que tanto BDS como Boeing Commercial Airplanes (BCA) registren márgenes de beneficio negativos en el tercer trimestre.
Con respecto a BDS, West esbozó una estrategia de tres frentes durante la conferencia telefónica sobre resultados del segundo trimestre en julio, centrándose en mantener la estabilidad y mejorar la productividad en el 60% del negocio que estaba funcionando bien. El 15% siguiente estaba inmovilizado en programas problemáticos de precio fijo que se esperaba que estuvieran en gran medida libres de riesgos para fines de 2024, y el 25% restante consistía en programas heredados de bajo rendimiento.
Sin embargo, West reconoció durante la reciente conferencia que recuperar el 25% de bajo rendimiento estaba tomando más tiempo de lo esperado. Además, ha surgido nueva presión sobre los contratos de desarrollo de precio fijo que representan el 15% de la base de ingresos.
A pesar de estos contratiempos y dudas sobre la capacidad de Boeing para cumplir sus objetivos para 2023, la acción sigue siendo atractiva en función de sus objetivos para 2025/2026. Los inversores deberían examinar de cerca las ganancias del tercer trimestre y las previsiones actualizadas, ya que podrían indicar nuevos reveses para Boeing en 2023.