S&P 500 ganó un 6% desde que la Fed subió las tasas: ¿es hora de vender?
S&P 500 repuntó desde que la Fed elevó la tasa de fondos federales. Mientras la Fed se prepara para adelantar las tasas, ¿es hora de vender el índice?
Tras la primera subida de tipos de interés en lo que parece ser el comienzo de un ciclo de ajuste, el presidente de la Fed, Jerome Powell, no rechazó la idea de ofrecer una subida de 50 pb en la próxima reunión de la Fed. La distribución anticipada de las tasas es algo que la Fed probablemente haría en 2022 y, sin embargo, el mercado de valores sigue funcionando.
El patrón de fondo triple apunta a un mayor potencial alcista
El mercado formó un patrón de triple fondo en el área de 4100-4200 antes de rebotar, lo que sugiere que podría haber un fondo en su lugar. El siguiente nivel de interés es 4600, y un cierre diario por encima del área central apunta a una mayor alza para el índice S&P 500.
4.600 también podría actuar como el escote del triple suelo. Si ese es el caso, el movimiento medido se calcula tomando la distancia desde el triple fondo hasta el escote y proyectándolo hacia arriba desde el escote. Sugiere que el índice S&P 500 puede subir fácilmente otros 500 puntos.
Los flujos de fin de mes y el NFP
Esta es una gran semana para el mercado de valores por al menos dos razones. Primero, el jueves, los flujos de fin de mes garantizan un aumento de la volatilidad. El jueves es el último día de negociación del mes, y el repunte puede incitar a algunos inversores a reservar algunas ganancias antes de abril.
En segundo lugar, esta es la semana de las nóminas no agrícolas. Cada primer viernes de un nuevo mes, los inversores monitorean el NFP como un indicador del mercado laboral de EE. UU. y de lo que la Fed podría hacer a continuación.
La Fed es agresiva y quiere más subidas de tipos, pero sigue dependiendo de los datos. Debido a que la creación de empleo es parte del mandato de la Fed, el mercado reacciona fuertemente ante cualquier desviación del pronóstico.
Con todo, el índice S&P 500 sigue cotizando a pesar de la mayor inflación, las tasas más altas o la guerra en Europa. Los inversores siguen comprando en la caída, y no se debe descartar un nuevo intento en los máximos históricos.